Para muchos, el recordar, el situarse momentáneamente en el pasado, no sirve o no es atractivo , o lo consideran sencillamente una pérdida de tiempo.
Para otros recordar es volver a vivir, es darle la verdadera importancia que tuvieron en su momento hechos o circunstancias, más aún cuando la trascendencia de algunos obliga a su recuerdo.
Cada uno podrá adoptar cualquiera de las posiciones, o quizá alguna intermedia, o no tan comprometedora.
Se pueden traer a la memoria remembranzas de tipo familiar, de amistades, políticas, de deportes, quizá tragedias, o simplemente vivencias.
Para los que ya han estado presente en 6 décadas, que no significa precisamente tener ésa edad, algunas citas las podrán recordar, y porqué no hasta esbozarán una sonrisa.
¿ Qué hacíamos de muchachos ‘?. Después de cumplir nuestras obligaciones básicas, como estudiar, portarse bien, comer ( y para algunos también bañarse), encontrábamos siempre el espacio para jugar pelota, si , pelota callejera, con piedras y todo, se jugaba al pepo, a la rayuela, al trompo, las chicas a la macateta y apostábamos, si con los queridos y peleados billusos, o con empaques de cigarrillos.
En las calles en construcción, o por obras de infraestructura, encontramos el sitio ideal para imaginarnos escenarios de guerra.
Se esperaban los sábados para la matineé del cine, y ya teníamos la suerte de algunas peliculas en technicolor. La música al prinicipio no nos interesaba mucho, y algunos si compartíamos la afición de los un poco mayores por los LP y discos de 45,
A mediados de los sesenta,en la tele, en blanco y negro desde luego( y sin control remoto) nos deleitábamos con las series como el Dr Kildare, Perry Mason, La Hechicera, El Fugitivo, Misión Imposible, Los Intocables y Combate como las de mayor audiencia.
Nos llamaban la atención las revistas ( ahora los comics) de Tarzán, Supermán, Roy Rogers, Memin Penguin, El Santo, para las chicas Susy, leíamos también Chanoc, El Fantasma, Fantomás, y en el diario las tiras cómicas de Doña Tremebunda, Lorenzo y Pepita, Los Pilluelos, Popeye el Marino, Mark Trail, Dick Tracy, Falluteli o el Príncipe Valiente.
Los inolvidables dibujos animados ( ahora los llaman cartoons), quién no se instaló a ver El Gato Félix, La Tortuga D’Artagnan, El Lagarto Juancho, Buggs Bunny, Donald, Mickey Mouse, Leoncio el León, ( muy ingenuos por cierto, pero los hicimos nuestros favoritos).
Si está leyendo usted, con menos de 35 años, dudará, pensará, si era posible divertirse sin nintendo, betamax, VHS, Atari o Play Station, no se imaginarán por cierto que una PC era algo de ciencia ficción en ésos días.
El celular no era algo que no era posible pensarlo, recordemos que el Super Agente 86 lo llevaba en el tacón de su zapato, pero lo veíamos sólo en películas, y además no se podían pasar los mensajitos.
Ya después llegó la época de las telenovelas, y aunque algunos no lo admitían se seguía Gutierritos, Ayúdame tú, Renzo el Gitano, Peyton Place, Simplemente María, Los Hermanos Coraje, entre otras, que quizá algunos aún no quieran reconocer su afición
Para los que amamos siempre el deporte disfrutábamos de domingos de fútbol en que tuvimos la suerte de ver a Bolaños, Lecaro ,Macías, Wacho Muñoz, Polo Carrera, Moacyr, en el béisbol nos atraían los batazos de Panchón y Látigo, los lanzamientos de Tuñon y la inmensa calidad de Bonifacio, Eloy Guerrero, el negro Ochoa entre otros, en el deporte de la canasta fueron nuestros ídolos Chato Mejía, Nico Lapentti, Abel Jiménez, Juan Sala entre los más destacados.
Los tiempos fueron cambiando, llegó la tele a colores, las series como Starsky & Hutch, El Hombre de los 6 Millones, Hawaii 5-0, La Isla de la Fantasía, y eran ya otro tipo de diversiones, como eran otras las inquietudes propias de la edad que empezaban a aparecer.
Pasaron muy rápido los años, todo evolucionó muy rápido, lo que llegó en su momento , sin mucho apuro fueron algunas cosas que ahora resultarían ridículas como los permisos para llegar a las doce de la noche de alguna fiesta, el esperado momento de tener las llaves de casa, el respeto y el obligado USTED O DON a los amigos de nuestros padres ( los amigos de nuestros hijos nos llaman por el nombre, o simplemente nos tutean), el miedo a ser descubiertos en nuestros primeros tragos, era felizmente aplacado por la inmensa alegría de estar en la esquina del barrio, o en las fiestas de pavo.
Definitivamente fue todo rápido, de Enrique Guzmán, Leo Dan, César Costa, Sandro, Náufragos, Iracundos, Corvets, llegó Elton John, Paul Mc Cartney, Carpenters, tan rápido que no nos dimos cuenta cuando se mezcló con la música disco, ni el paso de los discos de acetato, a los cassettes, los videos, hasta llegar al DVD.
Sin duda todo ahora es distinto, nuestros hijos ya no paran en las esquinas, ya no pelotean en las calles, ya no leen revistas como las nuestras, los dibujos animados nos parecen cada vez más raros, la tele, los videos,la computadora y el celular destronaron totalmente a nuestras inocentes maneras de divertirnos.
Sin embargo lo disfrutamos mucho, quizá de manera más intensa, sin tecnología, con ingenuidad, con miedos y atrevimientos al mismo tiempo, con respeto e irresponsabilidad, pero fue nuestra época, muy diferente, pero muy linda, tanto así que quizá nos marcó demasiado, y nos ayudó a ser lo suficientemente creativos para poder divertirnos ahora también.
¿Que nó sirve recordar’?, es posible, que suena a nostálgico, puede ser también verdad, pero al leer éstas líneas, ¿ no se le pasó rápidamente una película sintética de su niñez y juventud ?, y seguramente agregó muchas vivencias más, porque después de todo,
¿ Qué de malo tiene la memoria ?.
ANTONIO UBILLA MANCHENO
Para otros recordar es volver a vivir, es darle la verdadera importancia que tuvieron en su momento hechos o circunstancias, más aún cuando la trascendencia de algunos obliga a su recuerdo.
Cada uno podrá adoptar cualquiera de las posiciones, o quizá alguna intermedia, o no tan comprometedora.
Se pueden traer a la memoria remembranzas de tipo familiar, de amistades, políticas, de deportes, quizá tragedias, o simplemente vivencias.
Para los que ya han estado presente en 6 décadas, que no significa precisamente tener ésa edad, algunas citas las podrán recordar, y porqué no hasta esbozarán una sonrisa.
¿ Qué hacíamos de muchachos ‘?. Después de cumplir nuestras obligaciones básicas, como estudiar, portarse bien, comer ( y para algunos también bañarse), encontrábamos siempre el espacio para jugar pelota, si , pelota callejera, con piedras y todo, se jugaba al pepo, a la rayuela, al trompo, las chicas a la macateta y apostábamos, si con los queridos y peleados billusos, o con empaques de cigarrillos.
En las calles en construcción, o por obras de infraestructura, encontramos el sitio ideal para imaginarnos escenarios de guerra.
Se esperaban los sábados para la matineé del cine, y ya teníamos la suerte de algunas peliculas en technicolor. La música al prinicipio no nos interesaba mucho, y algunos si compartíamos la afición de los un poco mayores por los LP y discos de 45,
A mediados de los sesenta,en la tele, en blanco y negro desde luego( y sin control remoto) nos deleitábamos con las series como el Dr Kildare, Perry Mason, La Hechicera, El Fugitivo, Misión Imposible, Los Intocables y Combate como las de mayor audiencia.
Nos llamaban la atención las revistas ( ahora los comics) de Tarzán, Supermán, Roy Rogers, Memin Penguin, El Santo, para las chicas Susy, leíamos también Chanoc, El Fantasma, Fantomás, y en el diario las tiras cómicas de Doña Tremebunda, Lorenzo y Pepita, Los Pilluelos, Popeye el Marino, Mark Trail, Dick Tracy, Falluteli o el Príncipe Valiente.
Los inolvidables dibujos animados ( ahora los llaman cartoons), quién no se instaló a ver El Gato Félix, La Tortuga D’Artagnan, El Lagarto Juancho, Buggs Bunny, Donald, Mickey Mouse, Leoncio el León, ( muy ingenuos por cierto, pero los hicimos nuestros favoritos).
Si está leyendo usted, con menos de 35 años, dudará, pensará, si era posible divertirse sin nintendo, betamax, VHS, Atari o Play Station, no se imaginarán por cierto que una PC era algo de ciencia ficción en ésos días.
El celular no era algo que no era posible pensarlo, recordemos que el Super Agente 86 lo llevaba en el tacón de su zapato, pero lo veíamos sólo en películas, y además no se podían pasar los mensajitos.
Ya después llegó la época de las telenovelas, y aunque algunos no lo admitían se seguía Gutierritos, Ayúdame tú, Renzo el Gitano, Peyton Place, Simplemente María, Los Hermanos Coraje, entre otras, que quizá algunos aún no quieran reconocer su afición
Para los que amamos siempre el deporte disfrutábamos de domingos de fútbol en que tuvimos la suerte de ver a Bolaños, Lecaro ,Macías, Wacho Muñoz, Polo Carrera, Moacyr, en el béisbol nos atraían los batazos de Panchón y Látigo, los lanzamientos de Tuñon y la inmensa calidad de Bonifacio, Eloy Guerrero, el negro Ochoa entre otros, en el deporte de la canasta fueron nuestros ídolos Chato Mejía, Nico Lapentti, Abel Jiménez, Juan Sala entre los más destacados.
Los tiempos fueron cambiando, llegó la tele a colores, las series como Starsky & Hutch, El Hombre de los 6 Millones, Hawaii 5-0, La Isla de la Fantasía, y eran ya otro tipo de diversiones, como eran otras las inquietudes propias de la edad que empezaban a aparecer.
Pasaron muy rápido los años, todo evolucionó muy rápido, lo que llegó en su momento , sin mucho apuro fueron algunas cosas que ahora resultarían ridículas como los permisos para llegar a las doce de la noche de alguna fiesta, el esperado momento de tener las llaves de casa, el respeto y el obligado USTED O DON a los amigos de nuestros padres ( los amigos de nuestros hijos nos llaman por el nombre, o simplemente nos tutean), el miedo a ser descubiertos en nuestros primeros tragos, era felizmente aplacado por la inmensa alegría de estar en la esquina del barrio, o en las fiestas de pavo.
Definitivamente fue todo rápido, de Enrique Guzmán, Leo Dan, César Costa, Sandro, Náufragos, Iracundos, Corvets, llegó Elton John, Paul Mc Cartney, Carpenters, tan rápido que no nos dimos cuenta cuando se mezcló con la música disco, ni el paso de los discos de acetato, a los cassettes, los videos, hasta llegar al DVD.
Sin duda todo ahora es distinto, nuestros hijos ya no paran en las esquinas, ya no pelotean en las calles, ya no leen revistas como las nuestras, los dibujos animados nos parecen cada vez más raros, la tele, los videos,la computadora y el celular destronaron totalmente a nuestras inocentes maneras de divertirnos.
Sin embargo lo disfrutamos mucho, quizá de manera más intensa, sin tecnología, con ingenuidad, con miedos y atrevimientos al mismo tiempo, con respeto e irresponsabilidad, pero fue nuestra época, muy diferente, pero muy linda, tanto así que quizá nos marcó demasiado, y nos ayudó a ser lo suficientemente creativos para poder divertirnos ahora también.
¿Que nó sirve recordar’?, es posible, que suena a nostálgico, puede ser también verdad, pero al leer éstas líneas, ¿ no se le pasó rápidamente una película sintética de su niñez y juventud ?, y seguramente agregó muchas vivencias más, porque después de todo,
¿ Qué de malo tiene la memoria ?.
ANTONIO UBILLA MANCHENO